domingo, 24 de noviembre de 2013

Anécdota de Edith Piaf

Una lectora me ha pedido que volviera a publicar esta pagina, lo hago con mucho gusto, aunque os recuerdo que si queréis leer una noticia antigua, lo podéis hacer yendo a la ventana de "archivos del blog"y pinchar en el mes que queráis ver, allí encontraréis noticias de todos los meses anteriores incluso de años pasados.



EN ESTOS DÍAS SE HA HABLADO DE EDITH PIAF, OS COMENTARE UNA ANÉCDOTA QUE SEGURAMENTE MUCHOS CONOCEREÍS

 Edith Piaf






Marcel Cerdan


El amor «alicantino» de Edith Piaf





Imagen de Édith Piaf


Edith Giovanna Gassion; París, 1915 - Provenza, 1963) Cantante y letrista francesa. Su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna infancia, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo, lírico y desgarrado al mismo tiempo. Su aspecto desvalido le valió el nombre por el que es universalmente conocida: Piaf («gorrión»).

Hija de un contorsionista acróbata y de una cantante de cabaret, su infancia fue triste. Sus padres se separaron muy pronto; la madre, alcoholizada y enferma, dejó la custodia de Edith a su marido (también alcohólico) y a una abuela paterna. Dada la precaria situación económica de la familia, Edith tenía que ganarse unas monedas cantando en calles y cafés de París.

 La situación empeoró cuando Edith, con 16 años, se quedó embarazada. En 1932 tuvo una hija a la que llamó Marcelle, pero murió a los dos años. La vida de la cantante quedó marcada por esta tragedia. Siguió cantando en cafés y clubes de la calle Pigalle, en el mundo que rodeaba a los barrios menos recomendables del París de la época.

Su vida cambió cuando, cantando en la calle, un transeúnte muy elegante se paró a escucharla. Ese hombre resultó ser Louis Leplée, propietario del cabaret Gerny's, uno de los más conocidos de París. Tras una pequeña prueba, Edith fue contratada de inmediato. Su éxito no tardó en llegar y fue conocida como "Môme Piaf" ("pequeño gorrión"). El propio Leplée instruyó a Edith para convertirla en una gran figura del cabaret. Era 1937, y había nacido una nueva estrella: Edith Piaf.

Sin embargo, la vida volvió a castigar a la joven Piaf, ya que Leplée fue encontrado muerto de un disparo en el club que regentaba; la cantante fue sospechosa del asesinato. La prensa la acusó y la sociedad elitista parisina le volvió la espalda. Volvió a mezclarse con lo peor de los barrios bajos de París, cantando en tugurios y llevando una vida desordenada.

Su consagración llegó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en la musa de poetas e intelectuales del París existencialista y se ganó la admiración incondicional del público. 

Un letrista conocido como Raymond Asso, que era su amante, la ayudó a sobreponerse. Edith Piaf remontó el vuelo y volvió a los grandes escenarios de Francia, de Europa y de América. Se hizo amiga de la actriz Marlene Dietrich y se convirtió en la gran dama de la canción francesa, ayudando a talentos emergentes como Charles Aznavour, Georges Moustaki, Yves Montand o Gilbert Bécaud, y relacionándose con intelectuales como Jean Cocteau. 

En 1950 colaboró con Charles Aznavour en canciones como Jezébel; fue el año además en que triunfó en el Olympia, mientras que en 1956 lo haría en el Carnegie Hall de Nueva York. Tras un accidente, Edith quedó maltrecha y se hizo adicta a la morfina. Una larga lista de enfermedades le fueron diagnosticadas, y en 1959 se le descubrió un cáncer.
Sus últimos años vivió alejada de los escenarios junto a su nuevo marido, el griego Theo Lambukas. En junio de 1961 fue premiada por la Academia Charles Cros por toda su carrera artística. Murió en Provenza el 11 de octubre de 1963. En su entierro, el cortejo fúnebre fue seguido por una multitud de 40.000 personas.

Entre las muchas canciones que popularizó cabe destacar Mon légionnaire, Je ne regrette rien, La vie en rose, Les amants de Paris, Hymne a l’amour, Mon dieu y Milord. También actuó en películas (French-can can, Étoile sans lumière, Paris, chante toujours) y tuvo otros romances con cantantes del relieve de Charles Aznavour, Georges Moustaki o Yves Montand. En los últimos años de su vida escribió una autobiografía con el título de Au bal du chance.

La cantante francesa más célebre del siglo XX, Edith Piaf, tuvo una agitada vida amorosa, marcada en muchas ocasiones más por la angustia que por la felicidad. Pero ninguna de sus relaciones la marcó tanto como la que mantuvo con el boxeador argelino de origen alicantino Marcel Cerdán. La muerte de Cerdan en 1949, cuando viajaba en un vuelo de París a Nueva York precisamente para reencontrase con su amada, marcó a Piaf tan profundamente que el mito de la canción francesa se convirtió en adicta a la morfina. 

Claro que también le dedicó una de sus canciones más célebres:

«Hymne a l'Amour».

 "dans le ciel plus de problèmes" seguramente se refería a que en el cielo ya no tendrían problemas para estar juntos.

Edith y Marcel se conocieron en 1948 en Nueva York. La francesa acababa de convertirse en una estrella de fama mundial, y saboreaba las mieles del éxito en una gira triunfal. El argelino, apodado «El bombardero de Marruecos», se proclamaba ese mismo año campeón del mundo de los pesos medios en un combate contra Tony Zale celebrado el 21 de septiembre de 1948 en el Roosevelt Stadium de New Jersey.

Para entonces, Marcel Cerdan estaba casado con Marinette López y ya era padre de dos hijos (tendría uno más en 1949, apenas veinte días antes de morir en el citado accidente). No obstante, esta circunstancia no impidió que viviese un romance tan apasionado como breve con Edith Piaf en los Estados Unidos.

Si bien Marcel Cerdán tenía la nacionalidad francesa, había nacido en Argelia (en 1916) y era conocido como «El bombardero de Marruecos», lo cierto es que su familia hundía sus raíces en la provincia de Alicante. Sus dos padres habían nacido también en Argelia cuando ésta era un protectorado francés, pero sin embargo, los abuelos paternos de Marcel, Vicente y María, eran emigrantes de la localidad alicantina de Aspe. En cuanto a los maternos, habían emigrado de Abanilla (Murcia).

Cerdan nunca ocultó su ascendencia alicantina, y de hecho estaba orgulloso de ella. En un combate contra el español José Ferrer, en 1942, Cerdan le pidió que se cambiase los calzones, que lucían una bandera de España, porque él también se sentía español. Ferrer se negó, y 83 segundos después estaba sobre la lona. En cuanto a sus gustos gastronómicas, su comida preferida eran las migas, típicas de Aspe, que le preparaba su abuela.



El amor «alicantino» de Edith Piaf


El Bistro Marcel Cerdán

Junto con el restaurante "las olas" de la albufereta(alicante) también Francés y que paradojicamente su propietario había sido boxeador en la marina francesa, en el Bristo de Marcel Cerdán, podías disfrutar de la cocina francesa

Pero los vínculos de la familia del que fue nombrado en el año 2000 como el mejor deportista francés del siglo XX con la tierra de Alicante no acaban ahí. Muchos años después de que sus bisabuelos dejaran Aspe, el segundo hijo de Marcel Cerdán, René, regresó a la provincia para abrir un restaurante en la capital alicantina que era todo un museo dedicado a su padre.
El Bistro Marcel Cerdán, en la plaza de Gabriel Miró de Alicante (que cerró sus puertas hace un año), era uno de los puntos de encuentro favoritos de los alicantinos amantes de la gastronomía francesa. De sus paredes colgaban decenas de imágenes del «Bombardero de Marruecos», y también de su gran amor. La primera página de la carta del restaurante estaba dedicada a glosar la vida del campeón francés, y se cuidaba muy mucho de dejar bien claro que su origen estaba en Aspe. Y en el hilo musical no dejaba de sonar música francesa. Por supuesto, con un lugar especial para Edith Piaf y su «Vie en rose».





Algunas inolvidables y como siempre si queréis escucharla, id al enlace.


No hay comentarios: