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EN ESTOS DÍAS SE HA HABLADO DE EDITH PIAF, OS COMENTARE UNA ANÉCDOTA QUE SEGURAMENTE MUCHOS CONOCEREÍS
EN ESTOS DÍAS SE HA HABLADO DE EDITH PIAF, OS COMENTARE UNA ANÉCDOTA QUE SEGURAMENTE MUCHOS CONOCEREÍS
Edith Piaf
Marcel Cerdan
Edith Giovanna Gassion; París, 1915 - Provenza, 1963) Cantante y
letrista francesa. Su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna
infancia, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo,
lírico y desgarrado al mismo tiempo. Su aspecto desvalido le valió el nombre por
el que es universalmente conocida: Piaf («gorrión»).
Hija de un contorsionista acróbata y de una cantante de cabaret,
su infancia fue triste. Sus padres se separaron muy pronto; la madre,
alcoholizada y enferma, dejó la custodia de Edith a su marido (también
alcohólico) y a una abuela paterna. Dada la precaria situación económica de la
familia, Edith tenía que ganarse unas monedas cantando en calles y cafés de
París.
La situación empeoró cuando Edith, con 16 años, se quedó
embarazada. En 1932 tuvo una hija a la que llamó Marcelle, pero murió a los dos
años. La vida de la cantante quedó marcada por esta tragedia. Siguió cantando en
cafés y clubes de la calle Pigalle, en el mundo que rodeaba a los barrios menos
recomendables del París de la época.
Su vida cambió cuando, cantando en la calle, un transeúnte muy
elegante se paró a escucharla. Ese hombre resultó ser Louis Leplée, propietario
del cabaret Gerny's, uno de los más conocidos de París. Tras una pequeña prueba,
Edith fue contratada de inmediato. Su éxito no tardó en llegar y fue conocida
como "Môme Piaf" ("pequeño gorrión"). El propio Leplée instruyó a Edith para
convertirla en una gran figura del cabaret. Era 1937, y había nacido una nueva
estrella: Edith Piaf.
Sin embargo, la vida volvió a castigar a la joven Piaf, ya que
Leplée fue encontrado muerto de un disparo en el club que regentaba; la cantante
fue sospechosa del asesinato. La prensa la acusó y la sociedad elitista parisina
le volvió la espalda. Volvió a mezclarse con lo peor de los barrios bajos de
París, cantando en tugurios y llevando una vida desordenada.
Su consagración llegó tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se
convirtió en la musa de poetas e intelectuales del París existencialista y se
ganó la admiración incondicional del público.
Un letrista conocido como Raymond
Asso, que era su amante, la ayudó a sobreponerse. Edith Piaf remontó el vuelo y
volvió a los grandes escenarios de Francia, de Europa y de América. Se hizo
amiga de la actriz Marlene Dietrich y se convirtió en la gran dama de la canción
francesa, ayudando a talentos emergentes como Charles Aznavour, Georges
Moustaki, Yves Montand o Gilbert Bécaud, y relacionándose con intelectuales como
Jean Cocteau.
En 1950 colaboró con Charles Aznavour en canciones como
Jezébel; fue el año además en que triunfó en el Olympia, mientras que en
1956 lo haría en el Carnegie Hall de Nueva York. Tras un accidente, Edith quedó
maltrecha y se hizo adicta a la morfina. Una larga lista de enfermedades le
fueron diagnosticadas, y en 1959 se le descubrió un cáncer.
Sus últimos años vivió alejada de los escenarios junto a su nuevo
marido, el griego Theo Lambukas. En junio de 1961 fue premiada por la Academia
Charles Cros por toda su carrera artística. Murió en Provenza el 11 de octubre
de 1963. En su entierro, el cortejo fúnebre fue seguido por una multitud de
40.000 personas.
Entre las muchas canciones que popularizó cabe destacar Mon
légionnaire, Je ne regrette rien, La vie en rose, Les
amants de Paris, Hymne a l’amour, Mon dieu y Milord.
También actuó en películas (French-can can, Étoile sans lumière,
Paris, chante toujours) y tuvo otros romances con cantantes del relieve
de Charles Aznavour, Georges Moustaki o Yves Montand. En los últimos años de su
vida escribió una autobiografía con el título de Au bal du
chance.
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La cantante francesa más célebre del siglo XX, Edith Piaf, tuvo una
agitada vida amorosa, marcada en muchas ocasiones más por la angustia que por la
felicidad. Pero ninguna de sus relaciones la marcó tanto como la que mantuvo con
el boxeador argelino de
origen alicantino Marcel Cerdán. La muerte de Cerdan en 1949, cuando
viajaba en un vuelo de París a Nueva York precisamente para reencontrase con su
amada, marcó a Piaf tan profundamente que el mito de la canción francesa se convirtió en adicta a la
morfina.
Claro que también le dedicó una de sus canciones más célebres:
«Hymne a
l'Amour».
"dans le ciel plus de problèmes" seguramente se refería a que en el cielo ya no tendrían problemas para estar juntos.
Edith y Marcel se conocieron en 1948 en Nueva
York. La francesa acababa de convertirse en una estrella de fama mundial,
y saboreaba las mieles del éxito en una gira triunfal. El argelino, apodado
«El bombardero de
Marruecos», se proclamaba ese mismo año campeón del mundo de los pesos
medios en un combate contra Tony Zale celebrado el 21
de septiembre de 1948 en el Roosevelt Stadium de New Jersey.
Para entonces, Marcel Cerdan estaba casado con Marinette López
y ya era padre de dos hijos (tendría uno más en 1949, apenas veinte días
antes de morir en el citado accidente). No obstante, esta circunstancia no
impidió que viviese un romance tan apasionado como breve con Edith Piaf en los
Estados Unidos.
Si bien Marcel Cerdán tenía la nacionalidad
francesa, había nacido en Argelia (en 1916) y era conocido como «El bombardero
de Marruecos», lo cierto es que su familia hundía sus raíces en la
provincia de Alicante. Sus dos padres habían nacido también en Argelia
cuando ésta era un protectorado francés, pero sin embargo, los abuelos paternos de Marcel,
Vicente y María, eran emigrantes de la localidad alicantina de Aspe. En
cuanto a los maternos, habían emigrado de Abanilla (Murcia).
Cerdan nunca ocultó su ascendencia alicantina, y de hecho estaba orgulloso de ella. En un combate contra el español José Ferrer, en 1942, Cerdan le pidió que se cambiase los calzones, que lucían una bandera de España, porque él también se sentía español. Ferrer se negó, y 83 segundos después estaba sobre la lona. En cuanto a sus gustos gastronómicas, su comida preferida eran las migas, típicas de Aspe, que le preparaba su abuela.
Pero los vínculos de la familia del que fue
nombrado en el año 2000 como el mejor deportista francés del siglo XX con la
tierra de Alicante no acaban ahí. Muchos años después de que sus bisabuelos
dejaran Aspe, el segundo
hijo de Marcel Cerdán, René, regresó a la provincia para abrir un
restaurante en la capital alicantina que era todo un museo dedicado a su padre.
El Bistro Marcel Cerdán, en la plaza de Gabriel Miró de
Alicante (que cerró sus puertas hace un año), era uno de los puntos de
encuentro favoritos de los alicantinos amantes de la gastronomía francesa. De
sus paredes colgaban decenas de imágenes del «Bombardero de Marruecos», y
también de su gran amor. La primera página de la carta del restaurante estaba
dedicada a glosar la vida del campeón francés, y se cuidaba muy mucho de
dejar bien claro que su origen estaba en Aspe. Y en el hilo musical no dejaba de
sonar música francesa. Por supuesto, con un lugar especial para Edith Piaf y su
«Vie en rose».
Algunas inolvidables y como siempre si queréis escucharla, id al enlace.
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