jueves, 28 de julio de 2022

UN DÍA DE MI VIDA

 



Parte de mi sangre seguramente pertenece a esas hoces del Cabriel y el resto a la huerta de Calasparra, aunque nací en Barcelona y me engorde recorriendo el mundo, enamorándome en y de cada lugar.

Un día, "Una vida"


Mi vida casi siempre comienza escuchando las campanas que anuncian el nuevo día, casi siempre me llegan leyendo o escuchando música y sigo hasta que me dejo vencer por el sueño, amanece y con él recupero la consciencia.

Tengo por delante entre 17 y 18 horas, normalmente sé lo que tengo que hacer la mayoria de ellas, a veces porque es una cita prevista otras porque entre sueños me las planifique y a veces, las menos, improviso.

Tengo la suerte de desayunar rodeado de flora y fauna y dedico tiempo a observar y disfrutar de ver crecer una flor o descubrir un nuevo insecto devorándolas.

No mato el hambre, disfruto del placer de desayunar lo que quiero dentro de mis opciones.

Hago lo mismo con la ducha, no la utilizo para limpiar mi cuerpo, sino para disfrutar de las sensaciones de una  fragancia, un agua fría o un agua caliente.

De nuevo busco en el pequeño espacio de mi vestidor cubrirme con algo que me devuelva un recuerdo o me produzca la sensación de que acompaña mi estado de ánimo.

Y ahora si, acudo a tratar de ilusionar a mis alumnas con este maravilloso juego que es el bridge o peregrino hasta un centro deportivo para sentir el placer de nadar, correr, pedalear o simplemente  hacer alguna tabla de ejercicio y finalizar en el spa.

No perdono al regreso, que lo hago disfrutando de los puentes centenarios de la Alameda, tomar una cerveza bien tirada o una copa de vino frio, acompañada aunque sea por unos cacahuetes, y al llegar a mi terraza, vuelvo a sentir el placer de ver correr el agua por mi cuerpo, aunque provenga de una balsa.

Ya había previsto o improviso como disfrutar alimentándome.

Y a continuación no perdono 20/30 minutos de entregarme en los brazos para mi de "morfea".

Vuelvo a abrir ese armario y según donde vaya o con quién, busco algo que ponerme.

Finalmente me dirijo a lo que para mí es un placer, relacionarme con el bridge y con sus  gentes.

Acabo y paseo viendo como ha cambiado esta ciudad desde que la conozco, hasta llegar de nuevo a mi casa o me tomo algo que me apetezca por el camino, por ejemplo una horchata.

Si no había planeado salir, elijo un buen programa y dentro o fuera de mi casa lo disfruto. Y os dejo ya porque van a sonar de nuevo las doce en el reloj del Ayuntamiento.

Y todo esto es aún más placentero cuando lo compartes con la persona que tu eliges. 


j

No hay comentarios: