Escrito enviado por Amparo Andrés para que lo publique en nuestro INFOBRIDGEVAL, recordando a la que también era un poco nuestra, pues nos ganaba día a día, CONSUELO PRIETO.

¡Ayer, tras este verano, en el que tu ausencia me ha cubierto como una nube preñada de cientos de dulces recuerdos, he ido al Ateneo. He subido al 2º y he entrado levitando, como de puntillas en la sala de Bridge, para jugar por primera vez, desde hace meses, con una persona encantadora... que no eras tú. He procurado, que ese latigazo de añoranza que me acompaña cada mañana cuando tomo el móvil y por instinto pulso tu nombre para preguntarte cómo ha sido tu noche y me cuentes y contarte yo, las cosas de mi día, no se me notara.

Pero tu vacío ha llenado mi alma. Mi mirada inquieta, se ha perdido por cada mesa, por cada rincón, en los siseos de cada petición de silencio, tratando de encontrarte. Y el dolor de la orfandad fraterna, me ha dolido en las entrañas, porque como tú decías: "el corazón no duele". Y han llenado mi cabeza, retazos de conversaciones de los últimos meses; tardes de paseos lentos en los que el silencio era más intenso que la palabra; miradas húmedas que calladas, hablaban de miedos y de temblorosas esperanzas. Recuerdos de juventud que rescatamos riendo de entre los pliegues de la memoria, para volver a tener, en unos minutos prestados, treinta años.

Y la última tarde, abrazadas, por el pasillo de La Fe, sin que ninguna de las dos acantaramos las lágrimas y las dejamos correr como aguacero que limpia miedos, que lava dudas... que aclara realidades. Y las últimas palabras que te escuché como un aforismo: "lo que tenga que ser... será"¡¡Amiga mía!! ¡¡Amiga del alma!! Tu recuerdo me impedirá por siempre obedecerte. ¡Seguiré "pensando" en Ti!Y hasta el día que vaya donde tú ya estás, querida Chelo, házte un foulard de risas, de añoranzas, de esperanzas, de ideas compartidas que tanto nos gustaban, de ilusiones...con los hilos de mi cariño hacia ti.... Amparo!.