sábado, 25 de agosto de 2012

La marea obliga a rescatar a cientos de bañistas en Cádiz




Protección Civil y Salvamento Marítimo realizaron numerosas intervenciones en El Puerto de Santa María, Rota, Chipiona, Chiclana y Conil de la Frontera, entre otros.


Cientos de bañistas tuvieron que ser rescatados este pasado martes en diferentes localidades de la costa gaditana debido a un inesperado mal estado de la mar, con fuertes corrientes y un intenso oleaje que provocó que muchos ayuntamientos tuvieran que colocar la bandera roja que prohíbe el baño.

En Cádiz capital, la fuerte marea comenzó sobre las 17,00 horas, por lo que el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Juan Antonio Guerrero, mantuvo en la misma zona una reunión de urgencia con los técnicos responsables, según informa el Ayuntamiento en un comunicado.


Así, se informó por megafonía sobre la conveniencia de no alejarse de la orilla a los bañistas, prolongándose los servicios de playa hasta las nueve de la noche. En total, se realizaron 27 servicios de salvamento a bañistas que se vieron arrastrados por la resaca hacia el interior del agua, aunque ninguno necesitó atención médica.


Los municipios de Chiclana, Vejer y Conil de la Frontera también se vieron muy afectados por este fenómeno, con rescates constantes a cargo de los socorristas en las diferentes playas, donde ondearon las banderas rojas que prohibían el baño. También se vieron afectadas tanto localidades de la Costa Noroeste como El Puerto de Santa María, Rota o Chipiona, donde efectivos de Protección Civil y de Salvamento Marítimo también tuvieron que realizar numerosas intervenciones



Fue cuestión de minutos. Nadie estaba avisado, y en la práctica totalidad de las playas gaditanas ondeaba la bandera verde. Pero pasadas las cuatro de la tarde del martes, la situación era de emergencia absoluta. Un helicóptero de la Guardia Civil prestaba apoyo en Chiclana por si era necesario realizar alguna evacuación. Se llamó a los socorristas de descanso. Más de 300 profesionales de Cruz Roja, Protección Civil y socorro hicieron su trabajo de forma veloz y eficiente. Pero no era suficiente. En algunas playas como las calas de Roche, El Palmar o Las Tres Piedras de Chipiona, los aficionados al surf que esperaban las olas para disfrutar de su deporte favorito tuvieron que convertirse en improvisados socorristas. Así lo explica Carmen, gerente de Venturi Tres Piedras, quien critica que «la lancha de Protección Civil no tenía gasolina y no pudo salir», y reconoce que en cuestión de veinte minutos «se salvaron al menos quince personas de ahogarse».


La vieja expresión de que el agua 'chupa para dentro' se hizo realidad en muchas playas. Aunque no hubo que lamentar ningún herido grave, se contabilizaron varios ataques de ansiedad y traumatismos por los revolcones de las olas. «Hubo mucha gente que nos hizo caso y se dio cuenta de la gravedad de lo que ocurría, pero otros muchos hasta discutían con los efectivos de salvamento», recuerda Nicolás Amaya, jefe de Protección Civil de Conil.

En términos similares se pronuncian desde Cruz Roja Chiclana, donde se emitieron avisos de emergencia por la megafonía. También hay quien piensa que en playas como Cortadura en la capital debió prohibirse el baño, algo que finalmente no se hizo ni el martes ni el miércoles. «El pánico ha sido grande». Pero por suerte solo ha sido un gran susto, un susto de olas.

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